En los días de lluvia de las estaciones más húmedas los padres siempre tienen el quebradero de cabeza de resguardar a sus hijos de la humedad y el frío para impedir que los más pequeños de la casa caigan enfermos. Cuando caminan por la calle con el suelo mojado, los niños muchas veces no pueden evitar pisar algún charco y mojarse zapatillas, calcetines o pantalones. Las botas de agua son una solución muy efectiva a ese problema, puesto que con ellas sus pies estarán a salvo de mojarse hagan lo que hagan.

A la hora de comprar unas ‘katiuskas’ para tus hijos se deben valorar siempre algunos factores para la comodidad cuando se las pongan. Este calzado es un tanto “especial” puesto que los niños no están tan acostumbrados a llevarlas como a otros tipos de calzado como sandalias o zapatillas.

A continuación te detallamos cinco consejos a tener en cuenta para hacerse con unas botas de agua para niños son las siguientes:

• El material que ofrece una mayor comodidad es el caucho. Con él te aseguras que las botas se adapten a sus pies perfectamente, impidiendo también que haya exceso de sudoración. Además resguarda muy bien del frío y son realmente resistentes.

•  Hay que llevar cuidado con las tallas. Los niños crecen muy rápido y una bota demasiado grande o demasiado pequeña puesto que a su altura pueden resultar incómodas si no van con el tamaño del pie.

• El peso de las botas es muy importante y puede molestar o cansar a los niños. Sobre los 1,000 gramos / par es un peso aceptable.

•  Que se puedan poner y retirar con facilidad también es importante para su comodidad.  Muchas incorporan un forro de nylon para mejorar esta labor, y es una ayuda de agradecer.

•  Las plantillas también son un elemento determinante en la comodidad al ponerse este calzado. Las plantillas multi-capa de esponja acolchada son utilizadas por las principales marcas y aseguran buenos resultados.